El día siguiente a Conil no tenía demasiadas ganas de hacer kilómetros, así que cuando voy saliendo paralelo a la playa, miro desde el coche hacia la playa y veo el viento sobre el agua, la ola, la arena virgen, y qué voy a contar que no intuyáis, y decido quedarme en Zahara.
Zahara es un sitio especial en cuanto a viento: su situación y configuración orográfica, y la montaña detrás hacia el este, hace que con levante el agua se quede especialmente plana hasta cierta distancia. Sin embargo, pocos días, y tendría que hacer memoria para recordar alguno, no hay ola. Siempre suele haber una ola muy bonita, larga y ordenada.
Ahora bien, debe hacer bastante viento fuera para que entre y navegar bien aquí, pues la montaña se queda la mayor parte, y hay una línea imaginaria muy marcada que deja ver claramente en el agua la influencia de la montaña sobre el agua, y donde esta termina y se desata el infierno los días fuertes.
Por otro lado, en general, más o menos acentuado según nos movamos arriba o abajo por la playa, la orilla es muy incómoda, pues entre otras cosas tiene una cierta pendiente al entrar en el agua y gana profundidad rápidamente, aunque después se estabiliza, y en general genera una resaca muy fuerte de la ola al volver y chocar con las que entran, parecida a las corrientes de las desembocadura de ríos. En definitiva, desde pasados los tobillos a la cintura no eres dueño de tus movimientos a veces, como en el metro abarrotado. Hay días donde las olas pueden romper en la misma orilla casi sobre la arena, y con tamaño considerable, y otros donde se genera bastante atrás y rompe dentro.
Ahora, que el color de agua merece la pena, y se divide en varias tonalidades y según el día puedes ver el fondo de arena a bastante profundidad. Tengo una anécdota de un día hace tiempo donde estando en el agua colocando el aparejo a cierta profundidad al caer de la tabla, vi de reojo una sombra grande debajo de mi, y ni falta hace decir del salto con el que salí del agua y me subí a la tabla, hasta darme cuenta con el corazón en la boca de que era la sombra de la tabla sobre el fondo.
El caso es que había viento a pesar del que se queda la montaña, la playa estaba desierta y tocaba...
Monto Prototipo de Bora 4,5 y 79 litros...y que lo cuente otro, que a mi me da la risa...
Las fotos, pues ya se sabe, los hombres no saben hacer dos cosas a la vez...
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