2º.- Fresar el hueco para el taco de refuerzo. Para esto, aunque se puede hacer a mano, lo más práctico y efectivo es una fresadora, herramienta muy útil para la construcción de tablas, y que simplifica mucho el trabajo, aunque objetivamente, no es realmente imprescindible.
Previamente he recortado un taco de XPS a las medidas necesarias, dándole un último lijado tras recortarlo a medida para dejar todas las paredes "ásperas" y mejorar la adherencia. Además, pequeñas hendiduras en el taco y el EPS fresado de la tabla en todo el perímetro refuerzan el agarre.
A su vez, recortamos un trozo de tejido de vidrio, en este caso 160g, para adecuarlo a la forma del hueco fresado. en este caso concreto, he utilizado doble capa de tejido, dejando una de ellas algo más grande, que será la que asome y doble para adherirse a la cubierta.
3º.- Introducir el taco en el hueco. Para esto mezclamos la cantidad necesaria de resina epoxi y catalizador, espesando ésta con microbalones, hasta aumentar la consistencia de la mezcla y mejorar la adherencia en las paredes. Con una paleta, brocha o cualquier utensilio apropiado, untamos las paredes del hueco y el taco, y saturamos el tejido, e introducimos el taco en su sitio. Mejor que sobre antes que falte. Siempre podemos devolver al bote lo que nos devuelva la tabla tras insertar el taco.
4.- Para asegurar un resultado perfecto, coloco tejido pelable sobre el conjunto, fijado con cinta adhesiva, y simplemente añadir peso encima, para fijar el bloque y evitar sorpresas.
Resultado, después de un ligero lijado para eliminar pequeñas imperfecciones de la resina.
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